domingo, 18 de octubre de 2009

Interferencia.

«Aun sonaba en su cabeza, el vibrar de las notas de piano, la suave envoltura de la música qué lo libraba y lo absorbía en lo más profundo del océano violeta, en el lugar enigmático y sublime de sus deseos, donde el agua bañaba sus piernas, el transporte; una línea férrea extensa e infinita.»

Aún pienso en él una y otra vez mientras las ideas daban vueltas en círculos en el inconsciente, Aguardo un instante… pensó y volvió a reflexionar de manera desinteresada.

-Qué esperas, muévete y ven aquí «decía una voz al final que chocaba con paciencia en aquellos rieles abandonados y vibraba en el viento el murmullo invisible de su madre, guardándolos entre las nubes mientras observaba el cielo»

- Ven aquí «el zumbido perforaba sus idos, vacilaba al respirar y el aire inundaba su pecho delgado»

- ya estás aquí.

- ¿tienes miedo? Sal del agua y camina…

-No puedo soportar este llamado, tantas noches en melancolía, buscando respuestas a ocurrencias del pasado perdidas en la memoria y en el tiempo. Las mentiras, las lágrimas sobre la almohada llenaban el espacio vacío e insensible del pecho.

- No me moveré… ¡No me moveré!

el grito fracturo el espacio nulo de su alrededor fragmentando las voces y los recuerdos borrados. Todo se saturo en una mezcla surrealista de luz y oscuridad.

Despertó con los ojos cegados y nuevamente se encontró en aquellas callejuelas lanzado sobre el pavimento con su cuerpo bañando de sudor desesperado.

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