jueves, 29 de octubre de 2009

Cinematografía.

La atmósfera de un teatro sencillo
oculto entre la bruma de las callejuelas de aquella ciudad,
descubierto por pocos...
dispuestos a escarbar en las penumbras de la sociedad
arrancando a causa de su impulso, corriendo y escapando lejos
de la monotonía y la corrupción que desmenuzaba los suburbios.
El correr, el liberarse...
del humo, aquel humo que apagaba su naturaleza y qué cubría sus emociones en montones de telas parchadas.
El acto debía continuar con aquellos músicos con de instrumentos malgastados,
Así escribían el guión de más historias,
qué escritas a la luz de los faroles lograban suspirar entre tanta suciedad.

Todo se mantenía en vacío, en vacío
mientras la orquesta terminaba de arreglar antes de partir
entre el ruido de las galerías siendo desocupadas.
Con el aire sucio de los cigarrillos ocupando el espacio de aquel techo tan alto
cuando los artistas se preparaban para dejar el acto
seguidos por el telón que después de caer;
trajo de vuelta a todos a aquella realidad.

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