Me gusta pensar en la música como una de las más maravillosas creaciones luego de el razonar humano, como una sustancia etérea que se aferra dentro de nuestras venas y los canales de nuestra conciencia para luego llevarnos en un viaje infinio que haga mezcla entre los sentimientos que nuestran palabras no alcanzan a describir.
La música en esencia, para mí, es la voz oculta de el alma,, el reflejo de la existencia de momentos invisibles, las letras y palabras de un corazón que se queda mudo ante los acontecimientos de el entorno. El arte, va más alla de el querer manifestar y aceptar conceptual una idea, es simplemente la vía de escape de nosotros como seres y por lo mismo, al recibir una pieza o una obra de arte logramos conectar, no solo nuestra mente, sino nuestro plano espiritual con la esencia de un trabajo.
Por lo mismo al oír una nota, un instrumento o una garganta afinada. Mi cuerpo se estremece, mi alma percibe el mensaje y descifra en un acto sublime de el cual, con mis palabras, ni siquiera con un libro podría encontrar la respuesta o las frases más acertadas para poder decir de una forma cierta, lo que la música es capaz de generar en mí y en lo que me rodea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario